Jupp Heynckes recibiendo el premio a Entrenador del Año 2013
Se hablará en el 2014 de
Cristiano Ronaldo y su más que justo y merecido balón de oro. El debate se
calentará en el mundial, cuando cara a cara junto a Lionel Messi deberán
enfrentarse y esperemos que lo hagan mejor que en el mundial de Sudáfrica 2010,
ya que llegan mucho más maduros como profesionales, líderes indiscutibles de sus Selecciones y posiblemente sea el último
del portugués jugando a tope.
Del que poco se hablará es del más conocido como Jupp
Heynckes, entrenador que tuvo que vivir en carne propia y lo peor, asumir como Director Técnico el estruendoso fracaso del Bayern Múnich en la temporada
2011/2012. No es descabellado decir que aquel 19 de mayo, fecha en la que
perdió la final de la Champions League ante el Chelsea, fue uno de los peores
días de la gran historia de este club, y quizá el más feliz para todos los
alemanes que son hinchas de otros equipos.
Jupp Heynckes y Bastian Schweinsteiger tras perder la final
El recién ganador del premio al
mejor Director Técnico del año fue delantero del Borussia Mönchengladbach en
los años 60. También tuvo un paso fugaz por el Hannover 96, aunque no fue tan
exitoso, por lo que regresó al Borussia. A lo largo de su carrera anotó 220
goles y ganó 8 títulos, entre ellos un mundial
con Alemania Federal en 1974 y la Copa UEFA en 1975. Como entrenador empezó en
1979 dirigiendo al Mönchengladbach, pero en 1987 llegó al Bayern Múnich por
primera vez. Allí estuvo hasta 1990 y ganó dos títulos. En 1992 partió a
España, al Ahtletic de Bilbao y al Tenerife. Tras lograr llevar al equipo de
las Islas Canarias a la semifinal de la Copa UEFA, llamó la atención del Real
Madrid en 1997 y fue contratado.
Jupp Heynckes tras ganar la Séptima Champions League con el Real Madrid
Ganó con el equipo merengue la séptima Champions League después de 32 años de espera a la Juventus, con un resultado de 1-0, aunque fue despedido por quedar cuarto en La Liga. Dirigió también el Eintracht de Frankfurt, el Benfica y el Schalke 04. En el 2011 volvió a dirigir el Bayern tras la destitución del holandés Louis Van Gaal. El 4 de junio del 2013, tras ganar los cuatro torneos disputados, anunció su retiro del fútbol.
La temporada 2011/2012 del equipo
más poderoso de Alemania fue de las peores de su historia. La Bundesliga la
perdió en Dortmund, cuando el equipo dirigido por Jürgen Klopp lo derrotó 1-0
con gol de Lewandowski. Aquel día Robben falló un penal. En la final de la Copa Alemana también fue derrotado por el Borussia Dortmund con un marcador de 5-2 y la peor
de todas: tras eliminar al Real Madrid de Mourinho en el Bernabéu por penaltis,
perdió en su estadio la final de la Uefa Champions League contra un Chelsea que
no jugaba a nada y tenía un entrenador interino. Fue algo que no tuvo ningún
tipo de presentación.
Didier Drogba fue la figura de la final y anotó el penalti que le dio la primera Champions League al Chelsea
Lo admirable de Heynckes y sus
jugadores es que entendieron que en el fútbol, como en la vida, está permitido
caer, pero es obligación levantarse. Lo normal es que lo hubieran despedido a
él y de paso a Robben, Ribery, Schweinsteiger y Lahm, algo muy típico cuando no
se dan los resultados; menos mal las directivas no tuvieran esa mentalidad.
Para la temporada 2012/2013 Reforzaron el ataque del equipo con Mario
Mandzukic, la defensa con Dante y lo más
importante, se potenció el triplete Robben, Müller, Ribery.
Pero el cambio no fue solo
futbolístico, levantar la moral de un equipo destruido fue lo más importante. Leí una corta
entrevista que le hicieron para FIFA.com tras ganar el premio, donde recordó
que un jugador le envío un sms minutos antes de iniciar la gala recordándole
que él fue el primero en motivar y levantar a los jugadores tras aquella derrota. La clave fue acabar los problemas
entre los jugadores (Robben y Ribery no se podían hablar, por ejemplo) pensar
más en el colectivo que en lo individual y entender que cuando se trazan unas
metas, se debe trabajar día a día para alcanzarlas, a pesar de que se tengan
tropiezos. Jamás puede haber exceso de confianza.
Este equipo demostró lo que se
logra cuando hay actitud y talento el 23 de abril del 2013. Aquella noche se enfrentaron en el Allianz Arena contra el Barcelona
de Tito Vilanova por la semifinal de la Uefa Champions League. El equipo bávaro no tuvo problema en anotar cuatro goles y hacer ver muy mal a uno de los mejores equipos de la historia. El Primero de mayo, en el Camp Nou,
ratificarían su poderío con un 3-0 , con lo que sellaron un marcador global
de 7-0 y accedieron a la final. La era del Bayern como referente del fútbol ha empezado y Heynckes puso la primera
piedra.
Solo resta felicitar a este gran
técnico alemán y de paso a Arjen Robben, este si totalmente olvidado en la gala
del 13 de enero, pero que también demostró que lo único bueno de una derrota,
es que desde el día siguiente se puede trabajar para cambiarlas por
victorias y títulos.
Arjen Robben segundos después de ganar la Uefa Champions League 2012/2013
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